La responsabilidad del Rey

¿ Nos hemos preguntados que pasaría si el Rey cometiera alguna ilicitud jurídica, pudiéndose ver imputado como su yerno Urdangarin?

¿ Toda su labor y gestión como monarca, al servicio de España, tiene algún limite?

¿ Hay alguna responsabilidad política por parte del Rey.?

La Palabra REFRENDO va a darnos respuestas a muchas de las cuestiones referentes a la responsabilidad de nuestro Rey.

En una democracia no puede haber poderes públicos que sean irresponsables, pero como el titular de la Corona sí lo es, hace falta que alguien responda políticamente por él, y ese alguien es el presidente del Gobierno o el ministro que refrende su acto. Todos los actos del rey, que se refieren al ejercicio del cargo, tienen refrendo.

El responsable, el presidente. Por eso es quien responde a las preguntas sobre la Corona en el Parlamento.

Hay tres formas de ejercer el refrendo:

La primera, con una firma, por ejemplo a la hora de sancionar una ley.

La segunda, con la «presencia», por ejemplo, en un viaje en el que el rey va acompañado de un ministro,  que se hace responsable de lo que pueda ocurrir

 La tercera  el llamado refrendo tácito. En este caso, el mensaje de Navidad  se entiende como refrendos tácitos: no hay nadie a su lado y nadie ha firmado por escrito un apoyo a esos actos. El responsable es el presidente del Gobierno.

Si el presidente no está de acuerdo, entonces se plantearía un problema institucional.  La depuración de responsabilidades políticas respecto al presidente pasaría por  una moción de censura, o por  un voto de confianza o por las urnas.. Se dirimiría ante la opinión pública, las Cortes y el electorado.

¿Dónde queda entonces la responsabilidad jurídica?  No la hay al ser irresponsable, de dicha ilicitud respondería el Presidente del Gobierno, pero de forma política.

Hay un  dicho que procede del constitucionalismo inglés que dice que ‘El rey no puede hacer mal’. Y como no puede hacer mal, no es responsable jurídicamente.

Cuando la situación  es insostenible por dicha ilicitud, responde pero de otra manera, no ante un juez sino  exiliándose, perdiendo la Corona o bien con la proclamación de una república, o bien con la abdicación.

La monarquía es lo que es, y España tiene una.

Carlos Díaz